Es una afección grave en la cual hay una separación de las paredes de la aorta. La pequeña abertura puede volverse más grande. Esto puede provocar sangrado dentro y a lo largo de la pared de la aorta, la mayor arteria que transporta sangre fuera del corazón.
Aneurisma aórtico disecante
Cuando sale del corazón, la aorta sube primero a través del tórax hacia la cabeza (aorta ascendente). Luego, se dobla o se arquea y finalmente baja a través del tórax y el abdomen (aorta descendente).
La disección aórtica ocurre con mucha frecuencia debido a una ruptura o daño en la pared interior de la arteria. Esto suele presentarse en la parte torácica de la arteria, aunque también puede ocurrir en la parte abdominal.
Cuando se presenta una ruptura, ésta crea dos canales:
Si el canal con la sangre represada se hace más grande, puede ejercer presión sobre otras ramificaciones de la aorta. Esto puede estrechar las otras ramificaciones y reducir el flujo de sangre a través de ellas.
Una disección aórtica también puede causar un ensanchamiento o abombamiento anormal de la aorta (aneurisma).
La causa exacta se desconoce, pero los riesgos más comunes abarcan:
Otros factores de riesgo y afecciones asociadas con la aparición de una disección aórtica comprenden:
La disección aórtica se presenta aproximadamente en 2 de cada 10,000 personas y puede afectar a cualquier individuo, aunque se observa con mayor frecuencia en hombres entre los 40 y 70 años de edad.
Los síntomas con frecuencia comienzan repentinamente y comprenden dolor torácico. El dolor puede sentirse como un ataque cardíaco y puede:
Los síntomas son causados por una disminución del flujo sanguíneo al resto del cuerpo y pueden abarcar:
Otros síntomas pueden abarcar:
El médico elaborará la historia clínica y auscultará el corazón, los pulmones y el abdomen con un estetoscopio. El examen puede mostrar:
Se puede observar disección aórtica o aneurisma aórtico en:
Se necesitan análisis de sangre para descartar un ataque cardíaco.
La disección aórtica es una afección potencialmente mortal y necesita tratamiento de inmediato.
Pueden utilizarse dos técnicas diferentes para la cirugía:
Se pueden prescribir medicamentos que bajen la presión arterial. Estos medicamentos pueden administrarse a través de una vena (vía intravenosa). Los betabloqueantes son la primera opción de fármacos. Normalmente se necesitan analgésicos fuertes.
Si la válvula aórtica está dañada, es necesario realizar una valvuloplastia y, en caso de existir compromiso de las arterias del corazón, se lleva a cabo igualmente una revascularización coronaria.
La disección aórtica es potencialmente mortal. El trastorno se puede manejar con cirugía si ésta se realiza antes de que se presente la ruptura de la aorta. Menos de la mitad de los pacientes que sufren ruptura aórtica logran sobrevivir.
Quienes sobreviven necesitarán tratamiento permanente y agresivo de la hipertensión arterial. Además, debe hacérseles un seguimiento con tomografías computarizadas cada pocos meses para vigilar la aorta.
La disección aórtica puede disminuir o detener el flujo de sangre a muchas partes del cuerpo. Esto puede ocasionar problemas a corto o a largo plazo, o daño a:
Si tiene síntomas de una disección aórtica o un fuerte dolor torácico, llame al número local de emergencias (el 911 en los Estados Unidos) o trasládese hasta la sala de urgencias lo más rápido posible.
El tratamiento y el control adecuado de la aterosclerosis (endurecimiento de las arterias) y de la hipertensión arterial pueden reducir el riesgo de disección aórtica. El control estricto de la presión arterial en los pacientes en riesgo de disección aórtica es muy importante.
Tome las precauciones de seguridad para prevenir lesiones, lo cual puede causar disecciones.
Muchos casos de disección aórtica no se pueden prevenir.
Si a usted le han diagnosticado síndrome de Marfan o de Ehler, asegúrese de asistir a controles regulares con el médico.
Isselbacher EM. Diseases of the aorta. In: Goldman L, Schafer AI, eds. Cecil Medicine. 24th ed. Philadelphia, Pa: Saunders Elsevier; 2011:chap 78.